Trabajo, entrega y dedicación durante más de 38 años han hecho de la Posada Gremary sinónimo de excelencia si de hospedaje se trata a la hora de viajar a Los Roques. Conversamos con Gregorio Romero, su fundador, quien contó que esta posada nació luego de llegar en lancha a Los Roques siendo muy joven.
Redactado por: Irbin Aranguren Tuarez (CNP: 24.914)/ Black Media Venezuela
En esta población se enamoró de quien hoy es la madre de sus hijos. Fue así como con mucho esfuerzo y entrega, decidió apostar por el turismo con el apoyo invaluable de sus familiares.
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“Trabajé con parte de la familia, sobre todo mi esposa me ayudaba bastante, ahí fuimos creciendo poco a poco, hasta ahorita que estamos en esta actividad de ampliación y mejoras, ahora tenemos otras lanchas, con capacidad para trasladar a más personas y allí vamos”, narró.
Comentó que la Posada Gremary inició específicamente, en el año 1986, con tan sólo tres habitaciones. Con el tiempo, la casa familiar de tres habitaciones se fue ampliando, hasta convertirse en ese ameno lugar.
En la actualidad, hay una nueva generación de su familia que se ha unido a trabajar en esta maravillosa posada prestando una buena atención y dejando una huella inborrable en el corazón de quienes los visitan.
“Desde un tiempo le he delegado funciones a mi hijo Gregory que lo ha hecho bastante bien. Yo sé que no ha sido fácil pero ha sido bonito que siga trabajando en este maravilloso mundo del turismo. La idea es que quien nos visite por primera vez se quede con nosotros y regrese siempre y eso lo hemos logrado”, dijo.
A juicio de Gregorio, la actividad turística es la mayor fuente de trabajo de este impresionante destino venezolano, por lo que expresó su beneplácito los avances que ha generado el Ejecutivo Nacional en realizar mejoras en materia de servicios públicos, así como la ampliación de la pista del aeropuerto, iluminación de calles, entre otros trabajos importantes.
“Esperemos que todas esas inversiones que han hecho, tengan sus frutos más adelante y que en verdad nos den más prosperidad y más trabajo tanto para nosotros, como para el resto de las personas que tienen que ver con la actividad turística”.
Indicó que como operador turístico, también se han realizado esfuerzos, en sembrar consciencia, para que tanto visitantes como roqueños, cuiden su entorno y respeten al máximo cada uno de los espacios, con la firme convicción de que nuevas generaciones también puedan disfrutar de este paraíso natural.
Con una sonrisa en su rostro, Gregorio señaló que espera que su historia, motive a los lectores a visitar Los Roques, un destino mágico con las mejores playas, la mejor fauna y la mejor atención de sus pobladores.
Añadió que su mayor satisfacción es que a 48 años de haber llegado a Los Roques, su hijo, Gregory, suma esfuerzos por hacer de la posada Gremary un lugar encantador. Asegura que constantemente trabaja en adecuar y modernizar los espacios para ofrecer mayores beneficios a los visitantes.
