Por: Silmari Rivas Rubin
A Valencia no se le conoce precisamente como ciudad musical de Venezuela,
aunque es una de las que más talentos en este ámbito ha cosechado en todo el
país; y en gran medida, cerca de 2 mil 700, han surgido del Conservatorio de
Música del Estado Carabobo, que en este 2024 celebra el 34 aniversario de su
creación, consolidado como institución formadora de seres humanos integrales, más
allá de músicos.
El edificio ubicado en la urbanización El Recreo Norte, arropado por un
imponente samán, alberga infinidad de instrumentos, partituras, sonidos, historias,
anhelos, docentes, alumnos, personal administrativo; y sobre todo, respeto,
disciplina, siendo el valor más importante el amor por la música que siempre les
permite “volver a la esencia”.
María Vadell, directora del Conservatorio de Música de Carabobo desde
2006, cuida celosamente este sueño hecho realidad del recordado maestro José
Calabrese, fundador de la institución junto al reconocido abogado y profesor
universitario Juan Vicente Vadell Graterol.
“El objetivo desde el principio fue crear una institución con todas las
asignaturas de alto nivel en el pensum musical, no solo de preparación para la
ejecución inmediata” , resalta la maestra Vadell, quien se formó en el mismo
Consermuca, luego fue preparadora, después coordinadora académica,
subdirectora; y actualmente es la directora dirige la academia y docente de la
cátedra de Violín.
Desde sus inicios, “la alma mater de la Música en Carabobo”, como es
percibida en la actualidad, ha contado con docentes importantes y reconocidos a
nivel nacional, algunos venidos desde Caracas y otros propios de Valencia, como
los maestros Federico Núñez Corona, Rogelio Pereira y Miguel Casas, entre otros
tantos, que le han permitido ofrecer una educación musical como la de los mejores
conservatorios del mundo.
Es una academia debidamente registrada y solvente ante el Ministerio del
Poder Popular para la Educación. En el actual periodo (2023-2024) cuenta con una
matrícula de 238 alumnos, quienes se benefician del Programa Ordinario, dirigido a
estudiantes con edades entre 05 y 14 años, en sus niveles iniciación musical, básico
y medio; así como del Programa Adulto, diseñado para mayores de 15 años de
edad.
“En el nivel básico ya dominan algún instrumento, están preparados para
formar parte de agrupaciones y para interpretaciones en recitales, lo que en otros
países es posible en niveles avanzados”, destaca Vadell. Para ello, esta academia
cuenta con sus propias agrupaciones: Orquesta de Práctica Inicial, Orquesta
Sinfónica del CMC, Orquesta de Cámara, más los ensambles de Flauta Transversa, de Metales, Ensamble Siete (integrado por profesores); y los coros de Voces
Blancas y Mixto.
La oferta académica del Consermuca contempla, asimismo, las menciones
Instrumental y Composición. Esta última se incorporó en 2023; y permite a los
estudiantes del nivel medio, desarrollar en tres años esta competencia, al tiempo
que van creando su propio portafolio. “Somos la única institución avalada por el
Ministerio del Poder Popular para la Educación que oferta esta mención en la región
central; mientras que en el resto del país, la ofrecen dos antiguas escuelas de
Caracas, la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) y la
Universidad de Los Andes (Ula)”, subraya Vadell.
– ¿Cuál es el perfil del estudiante del Conservatorio de Música de
Carabobo?
-El alumno Consermuca, no solo sabe tocar un instrumento, sino que
comprenden, sienten, ponderan y valoran lo que tocan. El músico formado en el
Conservatorio de Música de Carabobo, su ámbito de ubicación es amplio en
agrupaciones, por la formación técnica, así como por el saber ser y convivir. Por eso
nuestro estudiantado es muy cotizado fuera del país.
Aquí se cuida mucho la parte humana, porque la música la hace un humano
para otro humano. Esta academia tiene un perfil de egreso por niveles: Un alumno
nuestro de nivel básico ya toca, mientras que nuestro estudiante medio tiene unas
grandes competencias que le permiten incorporarse a cualquier agrupación.
– ¿Cuán exigente es el Conservatorio de Música de Carabobo con sus
alumnos?
-A nuestros alumnos los preparamos no solo para que sean excelentes
músicos, tanto individual como para la ejecución orquestal, sino también ejemplares
ciudadanos, inculcándoles valores fundamentales como: Compañerismo, respeto,
solidaridad, trabajo en equipo, humildad. Estos valores son transversales en todo
nuestro currículo. De hecho, en las asignaturas que por su naturaleza pudieran
abordarse individualmente, se trabajan con estos valores, de tal manera que estos
fundamentos del ser estén presentes en cualquiera de las actividades que
desarrollen nuestros estudiantes.
– ¿Cómo ha evolucionado el proceso de formación en esta institución?
-Nos hemos adaptado a los tiempos que corren, a los cambios propios de la
sociedad y a nuevas herramientas, sin perder lo más importante para nosotros: El
respeto a la música. Creo que eso no lo podemos perder. La dinámica del mundo
todo lo quiere rápido, pero hay logros que solo son posibles con entrenamiento,
práctica, disciplina; eso es crear el hábito, siendo esto parte de nuestra esencia.
– ¿Cuáles son los principales retos del Consermuca?
-Digamos que los más grandes son: Materializar una sede propia, en
condiciones óptimas para nuestros estudiantes; y sumar más patrocinantes a través
del programa Consemuca 360 para que más niños y jóvenes de la región tengan la
oportunidad de formarse como músicos integrales en nuestra institución. Validar
nuestros estudios a nivel superior.